Transiciones
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con
salir de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.
Eduardo Galeano
La serie comienza a gestarse a finales de 2009 cuando comienza a trabajar en materiales ligeros para cambiar de escala y acaba en 2011 para participar en el Public Art Award 2011 promovido por la Royal British Sociaty of Sculptors.
Ánima
Mide 50 x 60 x 110 cm y se muestra colgada a la pared, paralelo al suelo. Se ilumina exteriormente con un proyector de estrellas.
Está realizada en resina y fibra de vidrio, de color blanco, y lleva un cable de acero para su sujeción a la pared.
Representa al concepto de alma en la antigüedad, como soplo de vida, como principio de racionalidad. Está formada por una cabeza y un cuello. Recuerda a las gárgolas en las catedrales o a los mascarones de proa de los barcos.
Coloso Sonoro Silencio
Es una pieza de 200 x 130 x 150 cm que se muestra colgada en la pared a 3 metros de altura, de forma que la cabeza queda a unos 2 metros del suelo.
Está iluminada interiormente con 8 fluorescentes azules que no producen ni calor ni ruido y al encenderse recuerda a un enorme alabastro azul.
Está realizada en resina y fibra de vidrio, hueca para aligerar el peso, y con una estructura de aluminio que permite sea colgada en los tres puntos de apoyo que forman el plano perpendicular al suelo, formando un momento de inercia que efectúa la cabeza y el cuello al estar inclinado 30 grados sobre su eje y funcionando por torsión, como un sacacorchos.
Aunque exteriormente el Coloso es blanco, como la mayoría de las piezas de la serie, esta realizado en trozos de resina ligeramente pigmentada con colorantes naturales en amarillo y azul, que con la temperatura de fraguado forman aguas y al retroiluminarlos, el cosido de estas piezas, sus costuras, asemejan cicatrices del alma.
Ninguna de las piezas tiene cara pero la combinación de posición, forma, movimiento… hace que el observador le ponga rostro.
En este caso representa a una parte de la humanidad observando anonadada la muerte como desaparición definitiva, y el hecho de que para otros suponga una transición hacia otra vida, administrada como hecho religioso.
Corazón de Jesús
Mide 32 x 32 x 20 cm y se muestra colgada de la pared. Está realizado en resina y fibra de vidrio, de color blanco. Lleva una imprimación de silicona blanca para las manos y un fundido en resina roja para el corazón. Tiene una estructura de cable de acero para facilitar su colocación.
Lleva un circuito interno para iluminar el corazón y la proyección de rayos en función del sonido ambiente.
Tanto las manos como el corazón están realizadas a su escala natural.
Para algunos cristianos el Sagrado Corazón es la devoción referida al corazón físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino. Metafóricamente, se refiere a la vida emocional y moral de Jesús, especialmente, a su amor por la humanidad. Es común entre los países católicos su representación pública tanto en almanaques, estampas y en fachadas de edificios.
Ante los ojos de alguien que no maneja esta simbología, El Corazón de Jesús podría ser, por ejemplo, la imagen de un hippy que ha sufrido un ataque radioactivo y al que se le ha salido el corazón del pecho.
Con la sorpresa, e incluso el desagrado que puede despertar su contemplación, trata de trasladar al observador a la posición del no iniciado.
Buscador Meditando
Mide 160 x 60 x 100 cm y se muestra apoyada en el suelo. Está realizado en resina y fibra de vidrio, de color blanco.
Tiene una postura de meditación, con las manos apoyadas en las rodillas. La cabeza, ladeada, mirando hacia el infinito. Se proyectan olas detrás para trasladar al observador a la tranquilidad de los fondos marinos.
Pequeño Coloso Chino
Mide 100 x 60 x 60 cm y se muestra apoyada en el suelo. Está realizada con lanas e hilos bañados en resina, de color mayoritariamente rojo. En su interior se aloja un corazón de resina de escala humana, iluminado interiormente, y 5 leds rojos con proyecciones al exterior.
La pieza se basa en una leyenda china que habla de la existencia de un hilo rojo invisible que une el corazón de las personas destinadas a quererse eternamente.
La luz de los rayos de leds simboliza la búsqueda de nuevas uniones.
El Bulto
Mide 120 x 80 x 100 cm y se muestra apoyada en el suelo. Está realizado en resina y fibra de vidrio, de color blanco.
Se apoya en una superficie basculante que recuerda a las sillas mecedoras y que trae consigo ese movimiento pendular, constante, monótono… del rezo, de la plegaria, de los mantras. Asemeja a un montón de ropa sobre el suelo, del que aparece una figura con apenas forma femenina, cobijada bajo un velo.
Algunas personas, por sus creencias, tratan a la mujer como un bulto.
Su rostro recuerda el sometimiento, la tristeza, la pena, el desamparo…
El Orante Musulmán
Mide 90 x 90 x 50 cm y se muestra apoyada en el suelo. Está realizado en resina y fibra de vidrio, de color blanco.
La pieza está inclinada sobre sus piernas dobladas y postrada sobre el suelo en postura de plegaria. Tiene la cabeza erguida simbolizando su conexión con Alá. Resalta el lado místico del rezo.
El Pillo
Mide 190 x 120 x 100 cm y se muestra apoyada en el suelo. Está realizada con resina y fibra de vidrio, de color blanco.
Se apoya en una base esférica, a modo de tentetieso o tentempié, en el que cualquier movimiento lo vuelve a su posición de equilibrio.
El Pillo saca pecho, pero su espalda se tensiona, las vértebras se resaltan y los músculos se contracturan. Lleva una máscara que recuerda a las Venecianas y una nariz enorme, como pinocho cuando mentía.
Una luz roja se enciende y proyecta sobre la pieza cuando un detector de presencia conecta con un observador que se acerca.
El Pillo puede pertenecer a cualquiera de las religiones presentes, pasadas o futuras.